lunes, 26 de abril de 2010
domingo, 25 de abril de 2010
"A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ"
RUBÉN DARÍO A JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.
¿Tienes, joven amigo, ceñida la coraza
para empezar, valiente, la divina pelea?
¿Has visto si resiste el metal de tu idea
la furia del mandoble y el peso de la maza?
¿Te sientes con la sangre de la celeste raza
que vida con los números pitagóricos crea?
¿Y, como el fuerte Herakles al león de Nemea,
a los sangrientos tigres del mal darías caza?
¿Te enternece el azul de una noche tranquila?
¿Escuchas pensativo el sonar de la esquila
cuando el Angelus dice el alma de la tarde?...
¿Tu corazón las voces ocultas interpreta?
Sigue, entonces, tu rumbo de amor. Eres poeta.
La belleza te cubra de luz y Dios te guarde.
Norka Fernández Lillo.
Víctor Guerra Coca.
¿Tienes, joven amigo, ceñida la coraza
para empezar, valiente, la divina pelea?
¿Has visto si resiste el metal de tu idea
la furia del mandoble y el peso de la maza?
¿Te sientes con la sangre de la celeste raza
que vida con los números pitagóricos crea?
¿Y, como el fuerte Herakles al león de Nemea,
a los sangrientos tigres del mal darías caza?
¿Te enternece el azul de una noche tranquila?
¿Escuchas pensativo el sonar de la esquila
cuando el Angelus dice el alma de la tarde?...
¿Tu corazón las voces ocultas interpreta?
Sigue, entonces, tu rumbo de amor. Eres poeta.
La belleza te cubra de luz y Dios te guarde.
Norka Fernández Lillo.
Víctor Guerra Coca.
lunes, 12 de abril de 2010
Poema recitado en youtube. Estilo (Modernista)
-A Roosevelt- recitado por Jorge Cafrune

Por: Victor Maurin, y Miguel Angel Merchan
http://www.youtube.com/watch?v=e-zJXESk8f4
Un Jardín que nos consuele- Juan Ramón Jiménez.
Cuando el corazón nos duele
Un Jardín que nos consuele- Juan Ramón Jiménez.
Cuando el corazón nos duele
por causa de una mujer,
qué dulce es poder tener
un jardín que nos consuele.
A veces, una violeta,
en la más larga avenida,
es buena para la herida
de un corazón de poeta.
Es la fragancia, que envuelve
la pena del corazón,
que hace cantar la canción
de lo que ya nunca vuelve.
Qué dulce es poder tener
un jardín que nos consuele,
cuando el corazón nos duele
por causa de una mujer.
Brisa triste, brisa en calma
de mi jardín florecido,
¿dónde encuentras ese olvido
que pones sobre mi alma?
Di, brisa ¿en qué blanco cielo,
en qué fuentes, en qué lumbres
recoges tus mansedumbres
y tus voces de consuelo?
Pues que tan triste frescor
tienes, violeta, y tú, brisa,
¿a qué quiero la sonrisa
de sus dos labios en flor?
Qué dulce es poder tener
un jardín que nos consuele,
cuando el corazón nos duele
por causa de una mujer.
Qué dulce es poder tener
un jardín que nos consuele...
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